Intento volver a los viejos buenos tiempos.
La brisa del otoño me trae recuerdos de cuando éramos chicos, de las pascuas en lo de la abuela, de los regalos de nuestros viejos, de nuestras tontas peleas y los juegos con los primos.
¿Hace cuanto que no nos sinceramos? Ni siquiera se cuando fue la última vez que hablamos en serio. Y la verdad es que extraño tu preocupación y dedicación por la única mujer de la familia, por tu única hermana.
Se que estoy siendo egoísta y que mis celos son evidentes, pero toma, esto es lo que siento. Se que sabes donde encontrarme.
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